A cuentagotas, gobernadores de distintos partidos y regiones fueron vistos en la última semana circular por los pasillos de laCasa Rosada, donde el Gobierno abrió las negociaciones con un objetivo claro en mente: garantizar los apoyos en el Congreso para defender los inminentes vetos presidenciales y sentar las bases para posibles acuerdos electorales en octubre. Reparando los platos rotos La relación entre el Gobierno y las provincias atravesó en las últimas semanas uno de sus episodios más conflictivos ante el creciente reclamo de los gobernadores por los recursos coparticipables. Ante la falta de respuesta del Ejecutivo, el malestar se tradujo en el apoyo de varios legisladores que responden a los caudillos locales a proyectos de la oposición de alto costo fiscal en el Congreso. Inmediatamente, Javier Milei dijo que vetaría las iniciativas, pero para ello el apoyo de los mandatarios -y sus diputados- es fundamental. Por eso, la semana pasada el Ejecutivo se propuso la misión de construir nuevos puentes con los gobernadores más dialoguistas a fin de retomar las negociaciones. Una primera muestra de eso fue la foto del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, junto con 8 gobernadores durante un cocktail organizado por la Sociedad Rural en su predio de Palermo. Por ese entonces, tanto en Casa Rosada como cerca de los gobernadores aseguraban que el encuentro no tenía mayor relevancia y se trataba de un mero evento social que había sido programado mucho antes de que estallara el conflicto. Sin embargo, en paralelo algo se cocinaba en los pasillos de Balcarce 50. El silencioso acercamiento a los gobernadores Ese mismo día, dentro de las paredes de la Casa Rosada, los gobernadores Carlos Sadir (Jujuy), Rolando Figueroa (Neuquén), Gustavo Sáenz (Salta) y Raúl Jalil (Catamarca) se reunían con la mesa chica que armó el Gobierno para entablar las conversaciones con las provincias. Con Karina Milei a la cabeza, completaban los lugares Guillermo Francos y su segundo, Lisandro Catalán, y la dupla de Martín y Lule Menem. Al día siguiente, Rogelio Frigerio (Entre Ríos) cruzó las puertas del Palacio de Gobierno y lo mismo harían esta semana Alfredo Cornejo (Mendoza), otra vez Raúl Jalil y Leandro Zdero (Chaco). El único que tenía motivos protocolares para estar en Rosada era Cornejo, que asistió para una nueva reunión del Consejo de Mayo. Sin embargo, todos se guardaron unos minutos para conversar con Lule Menem, la mano derecha de Karina Milei y su principal interlocutor con las provincias. En uno de esos encuentros, también estuvo presente el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, el as del Ministerio de Economía en materia de presupuesto público, es decir, quien determina qué números puede ofrecerle el Gobierno a los gobernadores. Para completar el panorama, Francos se reunió este miércoles con Ignacio Torres (Chubut), el titular de YPF, Horacio Marín y el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, Demian Reidel, para discutir sobre el lanzamiento del programa YPF Nuclear.