Este lunes comenzó oficialmente el periodo de sesiones extraordinarias en el Congreso convocado por el Gobierno y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, será el encargado de preparar el terreno para que las iniciativas del oficialismo lleguen a buen puerto. En ese marco, el funcionario polifuncional convocó para este martes en Casa Rosada a los principales bloques dialoguistas de la Cámara de Diputados para comenzar a discutir el temario. Los protagonistas de la reunión serán Cristian Ritondo y Rodrigo de Loredo, los jefes de bloque del PRO y el radicalismo, respectivamente, cuyos espacios han sido fundamentales para sostener la voluntad del oficialismo en el Congreso durante su primer año de gestión. Cierra la comitiva el líder del MID, Oscar Zago, exjefe de bloque de La Libertad Avanza que continúa apoyando desde su espacio satélite los proyectos del Gobierno.  También había sido invitado al convite el líder de Encuentro Federal, Miguel Pichetto, que finalmente decidió no participar tras reclamar que las reuniones vinculadas a temas legislativos debían celebrarse en el Parlamento. En nombre del Gobierno, además del propio Francos, participarán el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, el jefe de bloque de Diputados de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, y el titular de la Cámara baja, Martín Menem. El objetivo del encuentro será tantear las posiciones de los espacios más colaboradores con el Gobierno respecto a las iniciativas qie incluyó la Casa Rosada en el termino de las extraordinarias, que regirán entre este lunes 20 de enero y el 21 de febrero. La mira del Gobierno está puesta principalmente en la aprobación de los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para integrar la Corte Suprema de Justicia, la reforma electoral -que incluye la eliminación de las PASO- y la versión libertaria de Ficha Limpia, el proyecto que busca prohibir las candidaturas de aquellos condenados por un tribunal de segunda instancia. Además, también se tratará la Ley “anti mafia”, que apunta a endurecer penas y crea nuevas figuras contra el crimen organizado; la iniciativa para modificar el Código Penal y el Código Procesal Penal Federal para abordar de manera más efectiva la reincidencia y la reiteración delictiva y permitir los juicios en ausencia; y el proyecto de Compensación e Índice de Actualización de Quebrantos, que busca mejorar el esquema de compensación de quebrantos en el Impuesto a las Ganancias.  Los primeros tres puntos serán los mayores desafíos para el Gobierno, sobre todo a la hora de llevar la pelea al Senado, donde tiene más dificultades para construir una mayoría que supere a las 33 bancas de Unión por la Patria, que próximamente serán 34 una vez que Stefanía Coria reemplace al excomulgado Edgardo Kueider. En el caso de los aspirantes al máximo tribunal, el oficialismo necesita dos tercios de la cámara alta para lograr sus designaciones, por lo que un acuerdo con el kirchnerismo es indispensable (aunque en el Gobierno han manifestado que podrían concretar los nombramientos por decreto si no lo hace el Congreso). En el resto de las iniciativas, podrán construir mayorías propias, pero el apoyo del radicales y amarillos es un requisito. Sin embargo, el apoyo de ambos bloques no está garantizado en todos los proyectos. Algunos, como la reforma electoral y el punto de la eliminación de las PASO, genera discusiones internas en los partidos y todavía no está claro cómo se pronunciará cada uno. La UCR, por ejemplo, tiene previsto reunirse esta tarde para discutir qué postura tomar antes de la reunión con Francos, mientras que desde el PRO comentaron que primero escucharán lo que el Gobierno tiene para decir, y luego darán su veredicto. Los condicionamientos que puedan poner sus aliados le abrirán dos caminos al oficialismo, aceptar modificaciones para sacar adelante o dejar que estas naufraguen a cambio de sostener su pureza. Por ejemplo, en el caso de la eliminación de las primarias, tanto dentro del PRO como en otros bloques plantearon la posibilidad de su suspensión en lugar de acabar con ellas permanentemente. Esto dividió al Gobierno entre quienes defienden el todo o nada y los que están más dispuestos a dialogar y ceder. Mientras tanto, el equilibrista Guillermo Francos intentará aplanar el terreno mientras el presidente Javier Milei está fuera del país para que a su regreso se encuentre con los proyectos del Gobierno bien encaminados, y así anotarse el primer triunfo legislativo del 2025.