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Tinogasta Ciudad celebra sus 312 años de historia

El acto central conmemorativo del 312° aniversario de nuestra Ciudad se realizará desde las 10 de la mañana en la Plaza Principal 25 de mayo.

  • 14/08/2025 • 09:06

La ciudad de Tinogasta celebra hoy su Aniversario 312° desde su Fundación, los festejos se extenderan durante toda la jornada. El acto Central esta programado para las 10 de la mañana en la mítica Plaza 25 de mayo.

En horas tempranas se realizo el Izamiento del Pabellón Nacional, posteriormente el Solemne Tedeum y la bendición de las "Medallas de Plata".

Antecedentes Históricos

Tinogasta nació a comienzos del siglo XVII sin cédula real, a través de un automandato del gobernador Esteban Nieva y Castilla, con fecha de 13 de agosto de 1713, cuyo texto decía: “el pueblo de Tinogasta, situado sobre la margen derecha del río Abarcan, tenga media legua de tierra, es decir de 2 a 4 km aproximadamente, hacia los 4 vientos y que el centro de la población, sea la Iglesia”. El 14 de Agosto de 1714 fue declarada como fecha de su fundación.

Los antecedentes históricos del departamento Tinogasta, hacen referencia a grupos de indígenas precerámicos como las primeras poblaciones que se asentaron en la zona, desarrollando obras de regadío hasta el día de hoy son utilizadas por los pobladores, según remarcan los historiadores.

Las evidencias arqueológicas rescatadas en la zona de Ranchillos, al norte de Fiambalá, hablan de asentamientos permanentes en recintos construidos en piedra y en parte bajo la superficie del terreno, que se remontan desde al menos 8.000 años a.C. Estos pueblos formaron parte de la gran nación Diaguita, quienes hablaban su propia lengua, el kakán, idioma hoy extinguido.

El 14 de Agosto de 1713, las autoridades españolas decidieron la demarcación del Pueblo de Indios de Tinogasta, medida tendiente a evitar conflictos con los naturales. El Pueblo de Indios se regía con una estricta legislación proveniente de las Leyes de Indias. Dentro del ejido demarcado, los autóctonos disponían de sus animales y cultivos y tenían sus propias autoridades. 

El Pueblo de Indios se mantuvo hasta entrado el siglo XIX, en que españoles y criollos comenzaron a comprar tierras y tener actividad económica dentro de su jurisdicción. Recién en 1848, se conformó la Villa de Tinogasta, a partir del momento que vecinos destacados donaron el terreno suficiente para delimitar la plaza principal y las ocho manzanas circundantes.

Al comenzar el siglo XX, el tren llegó a Tinogasta (1911); se inauguró la sucursal del Banco de la Nación Argentina (1912) y un moderno edificio escolar frente a la Plaza (1915). A su vez, se iniciaron las obras de canalización para el agua de riego. En todos estos avances ya se notó la incidencia del trabajo y la presencia de diversos grupos de inmigrantes que llegaban al área del departamento. En especial, chilenos, españoles, griegos, italianos y luego, sirios- libaneses, que rápidamente se afincaron, desarrollaron actividades productivas y adquirieron las costumbres propias de los lugareños. Este aporte significó sin duda un cambio cultural de relevancia que con el correr de los años fue transformando a la sociedad tinogasteña.

En la década de 1920, aprovechando la producción de uvas de distintas cepas, se inicia una fuerte explotación de la vid, destinada en gran parte a la producción de vinos. En 1928, se instaló la firma sanjuanina Graffigña, en Tinogasta y Fiambalá, con fincas y establecimiento propio. Al par que surgía otra firma local, Elías J. Saleme, que en la actualidad es la bodega de mayor capacidad de la provincia. Hacia 1960, surgió otro establecimiento de magnitud, el de Vittorio Longo. La introducción de variedades finas, en particular tintas tales como Syrah, Cabernet o Bonarda, o blancas, como Torrontés, trajo como consecuencia la aparición de nuevos elaboradores en todo el ámbito del departamento. Algunas marcas, alcanzaron distinciones importantes y su producción llega a mercados de Europa y Estados Unidos.

En la actualidad, la ciudad de Tinogasta, y su entorno se convirtieron en una zona turística por excelencia, con un porvenir prometedor. Ilustrada por antiguos edificios, desbordada por sus paisajes de elevadas montañas y zonas prácticamente vírgenes, ubicada al pie de imponentes paisajes de volcanes de más de 6 mil metros de altura, cubierta por flora y fauna altoandinas, bendecida por aguas termales y rodeada por yacimientos arqueológicos y mineros, emplazada en cercanía del Paso de San Francisco, ruta que ha funcionado como punto de comunicación con el país vecino de Chile, son características únicas que impregnan a este importante suelo del oeste catamarqueño.