La decisión está tomada. Miguel Ángel Russo será el nuevo director técnico de Boca Juniors luego de finalizar su participación con San Lorenzo en el torneo Apertura. Así lo confirmó el periodista Tato Aguilera desde el predio de Ezeiza, donde aseguraron que el acuerdo con el entrenador está completamente cerrado. Su tercer ciclo en el club ya es un hecho. Aunque el anuncio oficial todavía no se hizo, el plan de Juan Román Riquelme era presentar al nuevo DT esta semana. Pero al tratarse de Russo, que este domingo juega una semifinal clave frente a Platense, habrá que esperar. Si el Ciclón pasa a la final, el Xeneize deberá aguardar una semana más. Si pierde, Russo queda liberado y podría asumir de inmediato. La bomba la terminó de confirmar el periodista César Luis Merlo con un tuit que sacudió el viernes por la mañana: “Boca cerró la contratación de Miguel Ángel Russo: asumirá una vez que termine su participación con San Lorenzo”. También Tato Aguilera sumó que “en Boca esperan que termine la Copa de la Liga para cerrarlo”. En su actual ciclo con San Lorenzo, Russo logró meter al equipo en semifinales pese a una crisis institucional y económica feroz. Dirigió con sueldos impagos, paros en el vestuario y un plantel limitado. Pero aun así lo puso a tiro de una final. Y ese mérito pesó, como también su historia con el Xeneize. Este será su tercer ciclo como entrenador de Boca. El primero fue inolvidable: en 2007 ganó la última Copa Libertadores del club, con un Riquelme brillante. El segundo fue en 2020, ya con Román como dirigente, cuando logró la Liga Profesional corriendo de atrás a River y luego sumó la Copa Maradona y la Copa Argentina. Russo fue, además, el DT que más tiempo duró bajo la conducción del actual Consejo de Fútbol. Estuvo 19 meses, más que ningún otro. Y ahora va por otra etapa, con experiencia, espalda y el aval de Riquelme. Desde su entorno niegan todo, pero la historia ya está escrita. El elegido es Miguel Ángel Russo, el DT de la última Libertadores, el de la vuelta con títulos en pandemia, y el que ahora tendrá que encaminar a un Boca golpeado.