El 13 de mayo de 1985, Dire Straits publicó "Brothers in Arms", su quinto álbum de estudio. Cuarenta años después, el disco no solo se recuerda por su éxito comercial, sino también por su innovación tecnológica y su potente carga simbólica. El álbum fue uno de los primeros en ser grabado y mezclado en formato digital, y también uno de los primeros en editarse en CD. De hecho, fue el primer disco en vender un millón de copias en ese nuevo formato, cuando el Compact Disc apenas comenzaba a abrirse paso en la industria musical. Producido por Mark Knopfler y Neil Dorfsman, Brothers in Arms marcó un giro respecto a su antecesor Love Over Gold. Su sonido, aunque más sencillo, alcanzó una elaboración técnica notable que capturó al público global. Las cifras lo confirman: con más de 30 millones de unidades vendidas, es el tercer disco más vendido de los años 80 y el duodécimo más exitoso de todos los tiempos. Entre las canciones destacadas está Money for Nothing, con Sting en los coros. El tema se convirtió en uno de los más representativos de la banda y su videoclip animado fue uno de los primeros en ser emitidos por MTV, contribuyendo a consolidar la estética audiovisual del canal. Otra de las piezas emblemáticas es Walk of Life, un homenaje de Knopfler a Johnny Mathis, que alcanzó el número 2 en las listas británicas en 1986. La balada So Far Away, cargada de melancolía, también figura entre los puntos altos del disco. Pero Brothers in Arms no solo dejó canciones memorables. Las últimas cuatro pistas del vinilo -la cara B- abordan el tema del militarismo, con referencias a conflictos de la época como las guerras civiles en El Salvador y Nicaragua, y la Guerra de Malvinas. Esta dimensión política le dio al álbum una profundidad poco habitual en el rock de estadios de esos años.