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León XIV ofreció su mediación para poner fin a las guerras

El Papa instó a superar las divisiones y buscar el diálogo para poner fin a los conflictos globales. Ofreció la mediación de la Santa Sede para facilitar el encuentro entre naciones enfrentadas.

  • 14/05/2025 • 09:20

El Papa León XIV hizo este miércoles un enfático llamado a los líderes mundiales para que se sienten a negociar y "callen las armas". El mensaje, cargado de simbolismo y dirigido a los representantes de las Iglesias orientales en su Jubileo, llega en vísperas de una posible reunión en Turquía entre delegaciones de Rusia y Ucrania.

"El pueblo quiere la paz y yo, con el corazón en la mano, les digo a los líderes del pueblo: ¡reunámonos, hablemos, negociemos! La guerra nunca es inevitable, las armas pueden y deben callar, porque no resuelven los problemas, sino que los aumentan", expresó el Papa en el aula Pablo VI del Vaticano, ante miles de fieles provenientes de países golpeados por la violencia, como Siria, Ucrania, Líbano e Irak.

El pontífice estadounidense reafirmó la disposición de la Santa Sede para facilitar el diálogo entre enemigos, subrayando que "la Iglesia está disponible para que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos, para que se devuelva a las personas la esperanza y la dignidad que merecen".

Conflictos y sufrimiento

León XIV recordó que muchas de las Iglesias orientales presentes en la ceremonia conocen de primera mano los horrores de la guerra: "Desde Tierra Santa hasta Ucrania, desde Líbano hasta Siria, desde Oriente Medio hasta Tigray y el Cáucaso, ¡cuánta violencia! Por encima de todas estas tragedias, debemos recuperar la humanidad que nos une", afirmó, provocando el aplauso de los presentes.

Rezar y actuar por la paz

El Papa también pidió a los cristianos, tanto orientales como latinos, que sigan resistiendo en sus tierras, a pesar de las dificultades. "Quien siembra la paz pasará a la historia, no quien cosecha víctimas. Los demás no son enemigos, sino seres humanos con los que dialogar", subrayó, rechazando las visiones que dividen al mundo entre buenos y malos.

Finalmente, León XIV aseguró que la Iglesia "no se cansará de repetir: que callen las armas" y renovó su compromiso de trabajar por una paz que implique reconciliación, perdón y la valentía de comenzar de nuevo.