Murió el Papa Francisco

Murió el papa Francisco

El Sumo Pontífice falleció a los 88 años. El domingo había aparecido en la misa de Pascua para dar el que sería su último mensaje.

  • 21/04/2025 • 09:08

El papa Francisco murió en la madrugada de este lunes 21 de abril. Así lo confirmó el Vaticano en redes sociales.

El Sumo Pontífice tenía 88 años. Este domingo había aparecido en la misa de Pascua, pero solo para dar un mensaje ya que hacía poco menos de un mes que había sido de alta tras ser internado por una neumonía bilateral que lo tuvo internado casi 40 días.

Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en el barrio porteño de Flores. De familia católica, desde niño tuvo una vida cercana a la fe y fue bautizado el día de Navidad de ese mismo año en la Basílica María Auxiliadora y San Carlos, en el barrio de Almagro.

Su formación académica comenzó en un colegio de la orden salesiana, ubicada en la localidad de Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, el Wilfrid Barón de los Santos Ángeles. Para el secundario, pasó a la educación pública, en la ETN Nº27 "Hipólito Yrigoyen", en el barrio porteño de Versalles, donde se graduó como técnico químico, lo que le permitió trabajar en el laboratorio Hickethier-Bachmann como analista bromatológico.

Durante su juventud, además de la vida académica, atravesó una lucha contra una enfermedad que concluyó con la extirpación de una porción de su pulmón, algo que no afectaría su salud general pero que sí le disminuiría la reserva de aire en caso de sufrir una infección pulmonar.

Fue en su juventud cuando encontró la vocación religiosa que lo llevó, sin imaginárselo, a la sede romana. Fue una noche en la que se acercó a la Basílica de San José de Flores para confesarse y encontró frente al sacerdote la solución a esa duda que le daba vueltas en su vida diaria: el sacerdocio.

A partir de allí se inició en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires y luego ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús, en el Colegio Máximo de San Miguel, donde empezó a formar parte de los jesuitas. Luego fue a vivir a Chile, destinado al Centro de Espiritualidad Loyola, llamado también San Alberto Hurtado, donde estuvo bajo la tutela e instrucción del padre carismático Carlos Aldunate.

Ya nuevamente en Buenos Aires y con un bienio como docente en una escuela santafesina, comenzó a ejercer como director de la Universidad del Salvador, de la que terminaría haciéndose cargo y luego, en 1973, transferiría a un grupo de laicos por orden de su provincial.

Durante la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, Jorge Bergoglio era provincial de los jesuitas y se vio enfrentado a la realidad de un grupo radical en el Gobierno que perseguía a los sacerdotes tercermundistas, muchos de ellos jesuitas. Por ese motivo ordenó a sus clérigos a abandonar muchas de sus tareas pastorales por su seguridad, algo que le generó una gran problemática interna y desobediencia.

Luego de esto organizó una red clandestina para que los sacerdotes perseguidos pudieran escapar de las embestidas contra su labor pastoral y mantenerse a salvo, como también de civiles perseguidos. Muchos militantes que eran objetivo del régimen militar, también encontraron cobijo en el Colegio Máximo de San Miguel, por orden del propio Bergoglio.

Tras la dictadura, declaró como testigo de los juicios por crímenes de les humanidad y el secuestro y supresión de identidad de menores. En 1990, la Compañía de Jesús lo destinó a Córdoba, donde vivió en la Residencia Mayor y ofició como sacerdote en dicha ciudad, tiempo que el siempre rescató como de "purificación interior".

Tras ser ordenado obispo por el papa Juan Pablo II, Bergoglio pasó a ocupar la sede del Arzobispado de Buenos Aires el 27 de junio de 1992, cargo que desempeñó hasta su elección como Papa el 13 de marzo de 2013, luego de la renuncia de Benedicto XVI. Además, había sido nombrado cardenal el 21 de febrero de 2001.

Durante su rol como arzobispo porteño mantuvo una posición muy cercana a la gente, siendo uno de los pocos de la clase dirigente que recibió a las familias y víctimas de la tragedia de Cromañón. Además tuvo un fuerte enfrentamiento con el kirchnerismo, lo que llevó a dicho Gobierno a no asistir a las celebraciones que el propio Bergoglio celebraba en la Catedral Metropolitana con motivo de fechas patrias.

A lo largo de su pontificado, Francisco, nombre elegido por él en memoria de San Francisco de Asís, se caracterizó por una mirada revolucionaria de la Iglesia, en la que habló reiteradas veces de "una Iglesia pobre para los pobres". Además llevó adelante una agenda progresista en materia de ambiente, desarrollada en la encíclica Laudato si', donde habla en profundidad del cuidado de la "casa común".

Su agenda progresista le valió muchas críticas, las cuales se radicalizaron en los últimos años desde sectores más conservadores de la Iglesia. Uno de los puntos más controversiales del último tiempo fue la apertura a las parejas homosexuales y de divorciados aprobada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que incluyó las bendiciones sacerdotales para las parejas irregulares, aunque no dentro del rito matrimonial o durante una ceremonia religiosa.

Su Gobierno en la Ciudad del Vaticano, además, trajo consigo una cercanía histórica entre la Iglesia romana y las iglesias orientales, como también con la Iglesia de Inglaterra. Al mismo tiempo, llevó adelante un Sínodo para establecer un nuevo camino para la Iglesia Católica, donde enfrentó los desafíos que le presentó el Camino Sinodal Alemán, que desafiaba distintas cuestiones doctrinarias y tradicionales del catolicismo que Roma logró defender sin caer en un nuevo cisma.