En el municipio de Valle Viejo se intensifican las críticas hacia la gestión de la intendenta Susana Zenteno (UP), por presuntas designaciones de funcionarios sin acto administrativo público. Entre los casos señalados se encuentra el de su hija, Marianela Sosa Zenteno, quien habría sido nombrada como directora de Acción Social del municipio, aunque no existe constancia oficial de este nombramiento. En el marco de este escándalo, el secretario de Gobierno chacarero, Rolando Contreras, realizó un llamativo posteo en sus redes sociales, donde confirmaría la designación de familiares de la intendenta. Desde la oposición salieron a cuestionar a Zenteno por la situación. El concejal Gerónimo Cabrera (UCR) manifestó que el último Boletín Oficial emitido por el municipio data de agosto de 2024, lo que dificulta el acceso a información sobre nombramientos y contrataciones. "Solicito al Ejecutivo municipal que envíe los boletines oficiales en tiempo y forma, incluyendo la lista de funcionarios y las compras directas, tal como lo establece la ordenanza de transparencia fiscal", expresó Cabrera durante la última sesión del Concejo Deliberante. No es la primera vez que se cuestionan designaciones vinculadas al entorno familiar de la intendenta. En 2019, el entonces concejal Javier Espinoza (Juntos por el Cambio) denunció a la intendenta Zenteno y a otra de sus hijas: Danisa Schaefer Zenteno, por presunto fraude a la administración pública. Según la denuncia, Schaefer Zenteno habría sido designada como empleada en la Cámara de Diputados de la Provincia mientras residía en Córdoba, donde cursaba sus estudios, lo que impediría el cumplimiento de sus funciones legislativas. La designación se habría realizado a pedido de la diputada Paola Fedeli y fue formalizada mediante el decreto 463 del 12 de julio de 2019. Otro caso fue el nombramiento de Fernando Ravetti, ex esposo de la intendenta, como secretario privado del municipio en septiembre de 2020, con la asignación de un presupuesto de $18 millones. Según había explicado Zenteno en ese entonces, Ravetti fue adscripto desde el Gobierno provincial y su salario era abonado por la Provincia.