¿Te sentís frustrado cada vez que prendés tu computadora y parece que tarda una eternidad en arrancar? ¿O quizás te das cuenta de que las aplicaciones se abren más lento que antes, y los juegos o programas pesados se ejecutan con cortes? Estos problemas no solo son molestos, sino que también pueden afectar tu productividad y disfrute al usar la tecnología. Sin embargo, antes de considerar la posibilidad de comprar una nueva PC o gastar en actualizaciones costosas, hay algunas soluciones simples, pero efectivas, que podés probar para mejorar el rendimiento de tu equipo. Es que en muchos casos, una mal performance se debe a problemas fácilmente solucionables como poco espacio en el disco, procesos innecesarios que consumen recursos valiosos o drivers desactualizados. Aquí te compartimos tres trucos prácticos para mejorar el rendimiento de tu PC sin tener que ser un experto técnico ni gastar pesos extra. 1. Limpiá tu disco rígido Uno de los principales culpables del mal rendimiento puede ser el poco espacio en el disco, generalmente cuando está lleno de archivos innecesarios. Así podés solucionar este problema: - Utilizá la herramienta Limpieza de disco: integrada en Windows, ayuda a eliminar archivos temporales, cachés y otros datos que ya no necesitás. Andá a Inicio ? Panel de control ? Sistema y seguridad ? Herramientas administrativas. Seleccioná Limpieza de disco. - Eliminá programas no utilizados: a veces olvidamos aplicaciones que instalamos por curiosidad, pero nunca usamos. Buscá ? Panel de control ? Programas y características. Ahí, desinstalá cualquier programa que no uses más. 2. Verificá y optimizá los procesos en segundo plano Muchas aplicaciones siguen ejecutándose incluso cuando las cerrás, y así consumen recursos valiosos sin necesidad. Cerrá procesos innecesarios: Presioná Ctrl + Shift + Esc para abrir el Administrador de Tareas. En la pestaña Procesos, buscá aplicaciones que consuman mucha memoria o recursos de CPU sin motivo aparente. Hacé clic derecho sobre ellas y seleccioná Finalizar tarea. 3. Actualizá tus drivers Los drivers desactualizados pueden causar problemas graves con el hardware, y afectar negativamente el rendimiento general. Entrá al Device Manager: Presioná Win + X (Windows) o hacé clic derecho en Inicio (Windows). Seleccioná Administrador de dispositivos. Buscá dispositivos con una marca amarilla (indica problemas o actualizaciones pendientes) Hacé clic derecho sobre ellos y seleccioná Actualizar controlador para buscar automáticamente actualizaciones disponibles. Otros trucos para gamers Si usás la compu para jugar, tal vez estos otros secretos te pueden ayudar a aumentar su rendimiento ? Actualizá los controladores de tu tarjeta gráfica: los updates suelen incluir mejoras que aumentan el FPS. ? Activá el Modo juego en Windows: este modo prioriza los recursos del sistema para jugar al detener procesos en segundo plano. Podés encontrarlo en Configuración /Videojuegos/Modo de juego. ? Desactivá las aplicaciones de inicio automático:, estas apps consumen recursos. Para apagarlas andá a Configuración/Aplicaciones/Inicio. ? Desactivá animaciones y efectos visuales innecesarios en Configuración/Sistema/Acerca de/Configuración avanzada del sistema/Rendimiento/Ajustar para obtener el mejor rendimiento.