Causas de la inflación: La inflación en Argentina ha sido impulsada por diversos factores. En primer lugar, el elevado déficit fiscal ha llevado al Gobierno a financiar sus gastos emitiendo una gran cantidad de dinero, lo que genera un exceso de oferta y presiona al alza los precios. Además, la falta de confianza en la moneda local ha llevado a un aumento en la demanda de dólares, lo que presiona aún más el tipo de cambio y genera expectativas inflacionarias. Otro factor clave es la indexación de los precios y los salarios. En Argentina, existe una larga historia de ajustes automáticos basados en la inflación pasada, lo que genera un círculo vicioso donde los aumentos de precios alimentan nuevos aumentos, perpetuando la espiral inflacionaria. Consecuencias de la inflación: La inflación tiene numerosas consecuencias negativas para la economía y la sociedad argentina. En primer lugar, reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos, erosionando sus ingresos y dificultando el acceso a bienes y servicios esenciales. Además, afecta la rentabilidad de las empresas y desincentiva la inversión, ya que los inversores temen que sus ganancias se diluyan por la constante subida de precios. Otro impacto significativo es la pérdida de confianza en la moneda y en el sistema financiero. Los argentinos han experimentado ciclos recurrentes de inflación y devaluación, lo que genera incertidumbre y fomenta la dolarización de la economía, dificultando la estabilidad y el desarrollo económico a largo plazo.