Durante 2022 se registraron 252 casos en el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA) a través del que la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación contabiliza el número de víctimas fatales de violencia de género. En promedio, hubo un femicidio cada 36 horas. 

El número, similar al de 2021 (entonces se registraron 251 muertes por violencia de género) es preocupante ya que no cede a pesar de la implementación de políticas que deberían tender a proteger a las mujeres. 

Aunque en la mayoría de los femicidios, 58 de los 252 que hubo durante 2022, la víctima tenía entre 25 y 34 años, el promedio de edad fue de 41 años. Entre los femicidios, hubo 14 de niñas y adolescentes menores de 18 años y 43 mayores de 60. El registró contabilizó al menos 6 casos de mujeres que estaban embarazadas al momento del femicidio. 

Con respecto a la nacionalidad, 92% de las víctimas directas de femicidio eran de nacionalidad argentina y el resto eran extranjeras. Al menos 9 de las víctimas se encontraban en situación de prostitución y en cinco casos se trató de personas pertenecientes a pueblos originarios. 

De las 252 víctimas que integran el registro de femicidios de 2022, 33 mujeres estuvieron desaparecidas antes de que se constatara el hecho. 

La importancia de la Ley Brisa

Otro dato que se desprende del RNFJA es que 234 niños, niñas y adolescentes perdieron a sus madres, víctimas de femicidio. Estos menores tienen derecho a la reparación económica que el Estado brinda a los familiares de víctimas de violencia de género a partir de la reglamentación de la Ley 27.452, más conocida como Ley Brisa. 

Relación entre el atacante y la víctima

De os datos relevados en el RNFJA, se desprende que se desprende que el 88%  de las víctimas había tenido un vínculo previo con su agresor, el 59% eran pareja, expareja o tenían otro tipo de relación sexo-afectiva; 13% eran familiares y 16% tenían otro tipo de vínculo. Entre quienes se conocían, el 42% convivía al momento del hecho. Solo el 5% eran desconocidos entre sí (sin vínculo previo) y del restante 7% no hay datos. 

Al menos 38 víctimas directas de femicidio habían efectuado denuncias formales contra sus agresores -14 de estas mujeres tenían medidas de protección vigentes y en 7 casos la protección había vencido al momento del hecho- y en el 24% de los casos se habían registrados hechos de violencia de género que no habían sido denunciados formalmente.

Perfil de los agresores

Según el RNFJA, hubo 236 personas responsables de los 252 femicidios denunciados durante 2022. El 8% (18) pertenecían a fuerzas de seguridad, cerca del 22% (51) presentaban consumo problemático de sustancias y el 10% (23) tenía antecedentes psiquiátricos.

La edad promedio de los agresores fue de 40 años, Del 93% de los sujetos activos que fueron identificados, el 18% se suicidó, un 2% murió por otras causas, un 59% se encontraba privado de la libertad con causas en trámite o condena, 8% permanecía en libertad y el 6% restante estaba en otras situaciones (en rebeldía, con internación/medida de seguridad, privados de la libertad en dispositivo penal juvenil, entre otras).

A raíz de los 252 casos de femicidio de 2022 se abrieron 220 causas judiciales. Entre estas, el 76% de los casos se llevó a cabo en un contexto de violencia doméstica. Al menos 1 de cada 4 hechos ocurrió durante la madrugada -entre las 0 y las 5.59 h- y el día de la semana más frecuente fue el viernes.

El 73% de los hechos tuvo lugar en viviendas: 34% en la que compartían la víctima y el sujeto activo, 26% en la vivienda de la víctima, 10% en la vivienda del sujeto activo y 3% en otras viviendas.